Ahora no, ya no.

Nunca pensé




Nunca pensé que un día iba a dejar volar mis pensamientos y emociones y que éstas, como hojas caprichosas, se dejarían llevar de uno a otro lugar. Ni que ondearían como una cometa bailando en la tranquilidad de una playa al atardecer.
Y cada día llega un viento diferente, un color por vestir, una pasión por vivir. A veces el viento trae lloviznas, otras un beso helado, arena que emborrona los recuerdos y otras olor a azahar.

Comentarios